Historia de Tacuarembó



El 24 de octubre de 1831, un decreto presidencial del entonces primer mandatario don Fructuoso Rivera dispuso la creación de una villa en la región. La tarea de esta fundación le fue encomendada al hermano del Presidente, el coronel Bernabé Rivera.

Fue así que partió de Montevideo una caravana de carretas y familias hacia la ribera del río Tacuaremboty – que en lengua guaraní significa “río de los cañaverales o tacuarales”.

Luego de tres meses, llegó la larga caravana al lugar y, tras que el agrimensor realizara la mensura, deslinde y amanzanamiento del futuro poblado, el coronel Bernabé Rivera fundó la villa bajo el nombre de San Fructuoso un 27 de enero de 1832, por celebrarse el día del santo aquel día en el calendario cristiano, independientemente de la coincidencia del nombre con el de quien era su hermano y todavía presidente de la Nación.

Algunos de los primeros pobladores de San Fructuoso fueron José María Navajas, Ramón Cáceres, Cornelio Cantera y Lorenzo Fernández.

Luego del proceso fundacional, Bernabé Rivera solicitó el envío de un sacerdote y que la villa se organizara judicialmente, con jueces, policía, etc. para el futuro pueblo.

Para el año 1837 San Fructuoso era una villa en crecimiento. Contaba con más de 500 habitantes, juez de paz, jefe militar, cura párroco, alcaldes y una Comisión de Obras Públicas. Por esta razón, el 16 de junio se promulgó la ley n° 158, que creaba tres departamentos: Salto, Paysandú y Tacuarembó, éste con cabecera en San Fructuoso.

Pasó el tiempo y la comunidad continuó creciendo. El 17 de junio de 1912, la villa de San Fructuoso fue elevada de categoría y, conjuntamente con ello, cambió su nombre por la ley 4.031, por lo cual pasó a llamarse "Tacuarembó". Se dice que el nombre fue dado por la costumbre, ya que la gente se refería con ese nombre al poblado que se encontraba en las cercanías del río Tacuaremboty.