Paseos y excursiones:

Colonia Nueva Helvecia, suiza por donde se la mire

Conocer la Colonia Suiza Nueva Helvecia es uno de los paseos típicos que se realizan desde Colonia del Sacramento. Esta pequeña villa fundada por inmigrantes suizos posee una belleza inigualable .

Apenas se la conoce, rápidamente se entiende por qué se dice que la plaza principal es el lugar más querido por toda la comunidad que reside en Nueva Helvecia.

“Diseñada para que la gente se reúna”, dicen los que saben, y es verdad, todo está pensado para ello. Los más grandes hoy, mate en mano, pasan las horas recordando viejos tiempos y no pueden dejar de pensar en cuando de niños trepaban el famoso monumento.

El “monumento”, como se oye nombrarlo a cada rato en Nueva Helvecia, no es otro que el Monumento a los Fundadores: una escultura en granito que rememora el esfuerzo de los inmigrantes que a costa de trabajo y sacrificio dieron vida a esta bella ciudad sin olvidarse de sus orígenes.

Pero además de su plaza, Nueva Helvecia posee otros atributos que también enaltecen la estadía: sus fiestas populares.

Cada 1 de agosto se festeja en esta ciudad la Fiesta Suiza. Las celebraciones que posee esta fiesta ganan año a año un encanto particular, significativo y distinto, tradición que se mantiene desde el año de su fundación.

Durante estos festejos, a los bailes y cantos típicos se suma la producción y degustación, por supuesto, de los más tradicionales y apetitosos platos suizos. Se trata de recetas que se mantienen casi sin alterar su origen.

Entre estos aparecen los famosos quesos Colonia y el ya tradicional semiduro, pero también hay familias que para esta fecha preparan en sus casas exquisitos fondues, la famosa papa a la suiza o strudels de manzana, para deleite de los más chicos.

Sus templos evangélico y católico le aportan a la ciudad una arquitectura especial, que más allá del culto que se practique no deja de ser un atractivo turístico en sí mismo. Un claro ejemplo de esto es el Santuario Schoenstatt, que sirvió de lugar de reunión y encuentro a los primeros colonos.

Completa por donde se la mire, Nueva Helvecia posee su propia estación de tren, un centro cultural que funciona como Museo y Archivo Regional, un Club de Tiro, el enorme tanque de agua que abastece gran parte de la ciudad, su reloj de flores, un aeroclub, un molino quemado y algunos hoteles de principios del siglo XX que han hecho famoso el lugar, como el Nirvana, el Suizo y el Del Prado.

Pero si hay un lugar símbolo de la ciudad, además de la plaza, ese es el Cine Helvético. No existe habitante de la ciudad que no haya pasado por sus butacas sin ver algún filme de época.

La oferta de actividades se completa con algunos atractivos naturales que forman parte de la actividad diaria de sus habitantes.

Las que mayor protagonismo tienen son las playas durante los meses de temporada estival, así como también algunos clubes con piscina que se ganan la presencia de los más jóvenes durante los días de más calor.

Pero Nueva Helvecia comparte junto a su vecina Colonia Valdense la existencia de playas realmente bellas. Entre estas sobresalen los balnearios de Los Pinos, Fomento, Zanja Honda, Azul y Britópolis. Ideales para refrescarse cuando el cuerpo y la temperatura del ambiente piden agua.

Una ciudad bella y con apenas más de 10 mil habitantes que esperan al visitante para mostrarle su filosofía de vida.

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