Paseos y excursiones:

Balcón con vista al mar

Si existe una frase para definir este lugar, no hay duda de que es la siguiente: “Un balcón con vista al mar”. Quien lo conoce puede dar fe; quien no, sólo debe asomarse para ver de qué trata esta nota.

La Pedrera, que debe su nombre a una amplia formación de rocas y roquedales, es un balneario pequeño y calmo que fue en sus orígenes una caleta donde se asentaron pescadores. Corvinas negras y rubias, grandes meros, lenguados, pejerreyes y grandes tiburones visitan aún hoy en forma constante las redes de los pequeños botes que, internados en las aguas del mar, buscan la pesca del día para venderla en tierra firme.

Pero si bien algunos de sus habitantes continúan dedicándose a la pesca artesanal, otros han encontrado en el turismo, donde prevalecen la gastronomía y la hotelería, la veta ideal para mirar el mar desde otro lugar.

Las casas del pueblo fueron construidas a partir del año 1898, ya que en esos años se produjo por disposición de las autoridades vigentes el permiso para que se realizara el primer asentamiento poblacional.


Escenas de playa

La majestuosidad con que las casas, aparts y cabañas miran el océano es única, lo cual hace que verdaderos balcones con vista al mar se vayan sucediendo a medida que se transitan las pequeñas callejuelas del pueblo. Su vasta geografía, que combina bosque, mar y peñones rocosos, además de acantilados, hace que los amaneceres sean imperdibles, al igual que los contados minutos del atardecer.

De día, lo que más atrae a sus visitantes en la temporada estival son las playas, de las cuales hay dos tipos. El Desplayado es una de las más tranquilas, por lo que es elegida por las familias con niños pequeños, ya que en ella prácticamente el oleaje es nulo.

La Playa de Barco –que se llama así porque sobre sus costas se divisan los restos oxidados de un viejo barco hundido- es la visitada por los más jóvenes, ya que allí el kiteboard y el surf se imponen a toda hora por las grandes olas que afectan la superficie del mar.

De ballenas y estrellas

Cuando llega la primavera, las playas de La Pedrera permiten, como si se lo hiciera desde un balcón, observar el desplazamiento migratorio de las ballenas francas que se dirigen hacia Península Valdés (Argentina). Es el momento ideal para acercarse, cámara de foto mediante, a registrar este hecho.

Para quienes saben mirar el cielo, La Pedrera es uno de los pocos sitios del mundo donde en noches estrelladas se divisa la Vía Láctea en todo su esplendor y donde es posible ver a fanáticos con sus telescopios buscando cometas o estrellas fugaces.

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